Una vez finalizada la temporada de baño, es necesario realizar un mantenimiento de la piscina de sal durante el invierno. Aunque no se utilice, debemos seguir con el tratado del agua hasta la llegada de mejor tiempo. Esto hará ahorrarnos esfuerzo y dinero para dejarla en óptimas condiciones para su nuevo uso y disfrute. De hecho, sigue siendo una opción mucho más económica que proceder al vaciado de la misma y volver a tratar el agua al completo.
Si dispones de una piscina de cloración salina, te explicaremos los pasos que debes seguir para mantenerla en óptimas condiciones hasta que decidas volver a emplearla.
Mantenimiento de una piscina con cloración salina
Una vez terminada la temporada de baño con la llegada del frío, lo más recomendable es pausar el proceso de cloración salina. En climas menos templados donde la temperatura del agua desciende a niveles inferiores a los 15 °C, el equipo que efectúa la electrólisis se resiente y pierde su utilidad. De esta manera alargaremos la vida útil de los dispositivos.
Para realizar un efectivo mantenimiento de tu piscina de agua salada durante el invierno debes seguir los siguientes pasos:
1. Desconecta el equipo de cloración salina
Para alargar la vida útil de nuestro equipo lo más recomendable será desconectarlo de la corriente y guardarlo. En bajas temperaturas la eficacia del sistema disminuye porque la conductividad del agua se reduce de igual manera. De esta forma estaremos evitando cualquier daño en el dispositivo y su continuo desgaste. Desconecta el clorador salino y extrae, si es posible, un componente conocido como célula de electrólisis.
Una vez extraída la pieza, lo mejor es enjuagarla en un producto específico para estos componentes como el desincrustante de células electrolíticas. De esta manera nos aseguramos de que queda en perfectas condiciones. Ahora tan solo tendrás que guardarla en un sitio preferiblemente seco y que no esté expuesto a la lluvia ni cualquier inclemencia temporal.
2. Limpia la piscina.
Debemos asegurarnos es que la piscina quede resplandeciente. Para ellos deberás usar de manera intensa el limpiafondos y frotar también las paredes. Retira las hojas y restos de vegetación que se hayan podido acumular tanto en la superficie como en las cestas de skimmers. Por último asegúrate que los filtros se encuentren limpios para los pasos que vienen a continuación.
3. Realizar una cloración de choque y regular el pH.
Ahora centraremos nuestros esfuerzos en efectuar el mantenimiento del agua. Si has desconectado el clorador salino, lo más efectivo será llevar a cabo una cloración de choque. Deberás añadir 50 gramos por metro cúbico. Para las piscinas de liner o fibra de poliéster resulta importante diluir el cloro o utilizar un dosificador flotante, ya que el contacto directo con la superficie puede dañarla gravemente.
Por otro lado, también deberemos controlar la dureza y analizar el pH del agua. Se consideran parámetros adecuados los que se encuentren entre 7,1 y 7,4. Actualmente, se pueden encontrar productos que reducen o aumentan estos niveles en función de nuestras necesidades.
Por último, para que los productos se repartan adecuadamente por el agua, dejaremos el filtro en funcionamiento durante 8 horas aproximadamente.
4. Añadir hibernante
Para el mantenimiento en la época invernal será necesario añadir un producto para conservar el agua durante los largos periodos donde no haremos uso de la piscina. El hibernante evita que se formen algas y la mantiene desinfectada. Deberá ser aplicado cada 3 meses aproximadamente, es decir, una dosis terminada la temporada de baño y otra hacia el final del invierno. Para las piscinas de linier o poliéster se emplea hibernante sin cobre.
Al igual que el paso anterior, mantendremos el filtro en marcha para que los productos se homogeneicen por toda la piscina.
Si te preocupa añadir químicos a tu piscina, debes tener en cuenta que resultan necesarios para mantener el agua en perfectas condiciones. Una vez se retome la temporada de baño, estos productos ya se habrán evaporado o disuelto por completo y, por tanto, será apta para todo el mundo.
Por otra parte, si has decidido no desconectar el equipo de cloración, no será necesario añadir productos químicos. No obstante, deberás realizar una revisión constante de los niveles de pH de la piscina y depurar el agua durante 1 hora al día. Recordemos que las bajas temperaturas pueden mermar la instalación así como reducir la efectividad de los equipos.
5. Limpiar el filtro
Al día siguiente debemos lavar los filtros por completo añadiendo una dosis de desincrustante. Para evitar que el motor de la bomba se agarrote durante los meses de inactividad, puede resultar conveniente encenderlo por un breve periodo de tiempo al día (alrededor de 1 hora). De esta manera cuando vuelva la temporada de baño la probabilidad de fallo del motor o en la arena será mucho menor. Tampoco te olvides de hacer un seguimiento del nivel de pH de la piscina.
6. Cubrir la piscina
¡Y llegamos al último punto! Dejar la piscina tapada será esencial. Si todavía no cuentas con una cubierta es el momento ideal para considerar su instalación. En Cubrima somos especialistas en diseñar e instalar la cubierta que mejor se adapte a tus necesidades.
Una cubierta será de vital importancia para el mantenimiento de tu piscina salina durante el invierno por múltiples razones:
- Evita la entrada de suciedad del exterior.
- Mantiene el agua trasparente y cristalina.
- Regula la temperatura del agua.
- Evita que incida el sol en la piscina y se formen algas y bacterias.
- Aumenta la seguridad.
- Alarga la temporada de baño.
Contacta con nosotros y te asesoraremos de manera personalizada. Para cualquier duda o consulta puedes dejarnos un comentario en el post.