Naturales, elegantes y confortables a la pisada, las tarimas de madera son uno de los suelos más apreciados en exteriores. Sobre todo en zonas donde se va descalzo – como en las inmediaciones de una piscina – porque no se calientan en exceso.
Pero la tarima de madera de exterior necesita una puesta a punto con la llegada del buen tiempo. Hay que recuperar su belleza natural y protegerla de los cambios de temperatura y el sol.
¿Aplico un mantenimiento preventivo o un tratamiento de choque?
Al estar continuamente a la intemperie las tarimas acaban dañadas: debido a factores como los rayos solares, las heladas, la lluvia, los cambios extremos de temperatura y el salitre. Si una tarima no se hidrata ni protege, se secará más rápidamente
Para minimizar e incluso evitar algunos de estos problemas, elige la madera que mejor se adapta a tu clima.
Mejor prevenir que curar. Cuando empiezan a apreciarse esas grietas que produce la sequedad, es señal de que hay que empezar a hidratar. Si dejamos que la madera se seque, cambiará de color, se romperá y, entonces, habrá que restaurarla. Esto será mucho más costoso que la prevención.
¿Cuándo hago el tratamiento?
La frecuencia dependerá del clima de la zona. Y más concretamente de las condiciones meteorológicas de ese año. Pero lo habitual es hacerlo una o dos veces al año: antes del verano y antes del invierno.
La buena noticia es que gracias a los últimos avances en la composición de los aceites, se ha conseguido que éstos aguanten sobre maderas de exterior hasta 15 meses: sin hacerles nada, simplemente fregando la tarima con el limpiador adecuado”.
¿Profesional o particular?
El aceitado lo puede realizar cualquier persona, incluso existen máquinas específicas para ello. Sin embargo, cuando se trata de lijar es aconsejable que lo haga un profesional.
La Solución.
Por tanto, dedicarle a nuestra tarima de exterior un poco de atención hará que disfrutemos cada verano de un suelo a estrenar. Pero cuando el descuido es extremo, ¿hay forma de recuperar la madera?:
- Si se ha vuelto gris, es cuestión de lijar y aceitar.
- Si la fisura permanece incluso tras varias estaciones, puede aplicársele masilla del mismo color de la madera y lijarse.
- Cuando ya llega a romperse, no queda otro remedio que cambiarla
¿Cuánto cuesta?
Hoy día podemos encontrar aceite para tarimas de exterior en las grandes superficies. Los productos específicos, sin embargo, tienen un coste más alto y es mejor adquirirlos en un centro especializado.
Los tratamientos anuales no son caros: van desde unos 5 a unos 8 euros por metro cuadrado. Las restauraciones sí.
La importancia de una buena elección.
Todas las variedades de madera necesitan tratamiento. En caso de no realizarse se resecarán, se agrietarán y perderán su tono por efecto de los rayos ultravioletas.
La madera es un material natural que debe adaptarse al entorno donde está. Todas las maderas se contraen y expanden en mayor o menor medida, lo que hace que se clasifiquen como nerviosas o bien estables.
Las más aconsejables son las especies tropicales. Por su densidad y dureza, maderas como la teca o el ipé aguantan perfectamente a la intemperie, así como el paso de los años. Siempre y cuando sean tratadas con buenos aceites.
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