Os dejamos un bonito proyecto realizado recientemente en la provincia de Pontevedra.
En este caso, el cliente sustituyó una cubierta ya existente de otra marca dañada por los temporales, por una Cubrima Elegance de pata recta con aperturas totales.
Las diferncias son más que notables… el cristal de seguridad adquiere un protagonismo absoluto dando unas transparencias sin igual. Un diseño minimalista donde se procura utilizar la mínima perfilería lateral posible dando así lugar a paños grandes que proporcionan luminosidad e integran perfectamente la cubierta con el jardín.
Lacados a juego con las tonalidades de la vivienda, hacen que la cubierta de piscina se convierta en un lugar más de la misma.
Puertas de apertura máxima, ventanas de ventilación, canalones para la recogida del agua de lluvia… hacen de esta cubierta la más demandada de su segmento.
Cada proyecto es único e irrepetible, desde Cubrima seguiremos apostando por la calidad porque sabemos que la compra de una cubierta de piscina es algo que se debería de hacer una vez.
Nuevamente, otros clientes satisfechos.
Nos encanta el resultado.