Esta vez os dejamos un proyecto muy interesante. El cliente con un porche ya existente decidió hacer una piscina pegada a uno de los frentes de la vivienda.
El reto fue adosar la cubierta al muro de la casa y a su vez al porche, haciendo de la piscina una prolongación de la casa.
Paños de cristal de seguridad amplios y lacados personalizados hacen que la estructura sea un todo en uno.
Otro cliente más satisfecho… y por supuesto nosotros también 🙂
Cubrima es adaptabilidad y diseño