Darse un baño en tu piscina privada es un lujo que te permite relajarte y descansar y, si quieres, divertirte un poco con grandes y pequeños. Sin embargo, este tiene otra función de la que te hablamos hoy: la piscina como recurso para ponerse en forma.
Ponerse en forma en la piscina es muy fácil
El sedentarismo es un estilo de vida que se ve más cada día y que, por supuesto, trae unas más que malas consecuencias física y psicológicamente. Además, es cada vez más difícil luchar contra ello pues la cantidad de dispositivos con los que nos mantenemos ocupados y las largas jornadas laborales (muchas veces más sedentarias que estar en casa) no nos dejan tiempo ni ganas.
Queremos crear hoy un post que sirva para ayudar a combatir el sedentarismo de una forma relajante, cómoda, entretenida y diferente, utilizando la piscina como recurso para ponerse en forma.
Existen muchas prácticas deportivas en el agua; cada vez más: volleyball, waterpolo, saltos de trampolín, natación sincronizada… Sin embargo, nosotros os proponemos unas prácticas más sencillas y que se pueden realizar individualmente y a un ritmo más sosegado.
Beneficios de hacer ejercicio en la piscina
En general, cualquier ejercicio que realices en la piscina hará que quemes más calorías porque estás requiriendo de una fuerza mayor para luchar contra la resistencia del agua, así que ¡ánimo!
Además, la posibilidad de sufrir lesiones es mucho menor en el agua que en tierra pues la gravedad actúa de manera diferente, haciendo que las articulaciones reciban menos impactos.
Por otro lado, tenemos los beneficios a nivel físico: mejora del tono muscular, mejor y mayor capacidad respiratoria, mejora de la circulación sanguínea, disminución del ritmo de los latidos del corazón, aumento de la flexibilidad, quema de calorías…
Actividades para ponerte en forma en la piscina
Rodillas arriba
El mejor ejercicio para calentar es andar levantando al máximo las rodillas e incrementando poco a poco la velocidad hasta hacerse un sprint. Repetir varias veces.
Trote
El trote es la actividad más sencilla que puedes hacer y te servirá tanto pata calentar como para mejorar la respiración y quemar muchas calorías.
Flexiones
Desde dentro de la piscina, colocamos nuestras manos en el bode de esta y hacemos fuerza para elevarnos hacia fuera y hacia arriba, de manera que se trabajen los tríceps. Te elevas y bajas, siempre controlando con los brazos (no dejándonos caer) y repetimos en tandas de 12.
Saltos
Un par de ejercicios muy sencillos y efectivos consisten en, con las piernas juntas, saltar todo lo posible mientras llevamos las rodillas al pecho o, también con las piernas juntas, saltar de un lado a otro, como si estuviésemos saltando en un banco sueco. Repetir varias sesiones de 15.
Baile
Cualquier coreografía acuática será un ejercicio estupendo, completo y divertido. Recuerda incluir poses que trabajen todas las zonas. Con un poco de música te animarás tanto que el tiempo pasará volando y no querrás parar.